lunes, 7 de abril de 2008

crónica de sombras 1995

instalaciones de Leonardo Ramírez y Gustavo López

inauguración: 12 de octubre
del 12 de octubre al 3 de diciembre, 1995

Sala polivalente de la Universidad de Guanajuato
Lascuráin de Retana · 5
Guanajuato, Gto. México

Festival Internacional Cervantino

Esta exposición se realizó gracias al generoso apoyo de : Phillips

Y al invaluable apoyo de mis amigos: José Sandoval Corona y Felipe Campos Anguiano





Sombría crónica de sombras

Jorge Olmos Fuentes
periódico el Nacional de Guanajuato /domingo 23 de octubre de 1995

Crónica de sombras, Instalación de Gustavo López y Leonardo Ramírez es un ritual de tintes religiosos con el cual se conmemora la vida ahogada por el tiempo, la existencia de este momento que será sombra en el momento por venir.

Todo en este sitio es sombra: el hierro carcomido por el óxico es sombra de la naturaleza, los retratos de personas notables son la sombra de un minúsculo y fugaz destello. Las imágenes que un proyector arroja sobre el muro son la sombra de lo que se agita afuera de ese muro, un esqueleto humano es la sombra del gozo, de la tristeza del hombre.


Instalación que exhibe los residuos de nuestra vida: evidencia del paso del tiempo, que nunca se detiene mientras arrasa. Instalación efectiva que expresa vuelta tras vuelta el "caos" en que hemos convertido todo con tanto experimento caprichoso. Instalación que quiere patearnos la conciencia a través de impactos audiovisuales.

"Fiera venganza la del tiempo que muestra destrozado lo que uno amó" reza este epígrafe colocado en un "altar" donde concluye la instalación-o dónde comienza- y en cuya parte frontal hay sobre una hoja de cristal sostenida por herrumbradas columnas, un esqueleto humano, que proyecta su sombra sobre tierra esparcida en el suelo.

Una detrás de otra, diseminadas por toda la sala, surgen las piezas de hierro oxidado, haciendo las veces de soportes de esulturas imprecisas, improvisadas, de reminisencias de un mundo destruido pero al mismo tiempo, destructivo. Se mezclan con televisores, con proyectores, con figuras de yeso, ambos símbolos emblemáticos de nuestra contemporaneidad y cuya preeminencia es innegable.

Crónica de sombras; testimonio y reflejo. Ritual de un discurrir irreflenable, cambiante, ¿evolutivo?, donde los afanes cotidianos sólo caben a través de sombras. Como sombra, reflejo, es el fundamento técnico de la fotografía, del proyector de transparencias, de la televisión. La vida, por su parte entre esos resíduos, no "existe" sino en imágenes audiovisuales. Por eso esta crónica es sombría.

Sonidos que emulan lo natural enmarcan el registro, el testimonio de algunos de los mejores y de los peores momentos de esa única especia capaz de elaborar crónicas. A un costado, agresión, forzamiento de la memoria para que no olvide a los hombres ni a sus actos. En la parte superior, la muerte: principio y fin de esta crónica; la vida de Gustavo López, la de Leonardo Ramírez, cotidianos subsumidas en una pantalla, artificiales. No hay indicios de vida Humana sino en las pnatallas; los residuos de una fábrica constituyen el andamiaje de las sombras aquí contenidas.
Hay ángeles, veladores, un altar, muchos televisores, tres círcuitos cerrados con sus monitores: Silencio ante la respiración de los aparatos electrónicos, tal vez serán los únicos capaces de guardar un recuerdo de lo que fuimos antes de que el tiempo nos destrozara y nos pusiera frente a quien nos amó.


Ambito de penumbras y silencio donde cuesta trabajo sentirse a gusto, donde es inveitable bajar la mirada para evadir el cuestionamiento, donde uno se pregunta por las sombras y las sombras nos rodean, donde uno inquiere acerca de la crónica y lac rónica está contenida implícita en nosotros. En fin una luminosa y a la vez sombría crónica de sombras.
la exposición





























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